Cuando se vive en una ciudad, resulta interesante "visitarla" a través de los ojos de un "externo". Si además, el motivo principal de esa visita es fotográfico –en este caso recorrer calles y galerías relacionadas con ePHE08– la cosa adquiere un tinte singular. Y además, haciendo fotos...
El "Diario de viaje" que nos brinda Martín Gallego, me parece digno de seguir, de –con su permiso– caminar a su lado. Uno siente un poco de culpabilidad de –estando tan cerca– no hacer el mismo recorrido de estos exploradores, aún sabiendo que nos costaría menos esfuerzo. Ya se sabe lo de los árboles que no dejan ver el bosque.
El "Diario de viaje" que nos brinda Martín Gallego, me parece digno de seguir, de –con su permiso– caminar a su lado. Uno siente un poco de culpabilidad de –estando tan cerca– no hacer el mismo recorrido de estos exploradores, aún sabiendo que nos costaría menos esfuerzo. Ya se sabe lo de los árboles que no dejan ver el bosque.
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